La prepa fue una época en la que leía mucho, no solo libros. Pasaba mucho tiempo en internet, leyendo diferentes artículos, dando click en los links que me parecían interesantes. Esto representa un sinfín de lecturas.
Al mismo tiempo convivía con gente muy diversa. Organizaba tocadas o toquines con varios amigos, así que tuve la oportunidad de conocer a varios músicos de la escena Punk sobre todo del norte del país. Siempre conociendo diferentes estilos de vida.
Estos dos puntos encendieron en mí una chispa con la inquietud por ser vegetariano. Muchos suelen preguntar si alguien me dijo que debería dejar de comer carne o si vi cómo mataban a un animal. La verdad es que nadie me lo dijo tal cual, escuché muchas opiniones y formé la mía, y a pesar de conocer gente que tiene ranchos ganaderos y avícolas, nunca vi cómo mataban a ningún animal.
En sí mi razón principal para ser vegetariano fue no matar animales. Sin ser parte de ningún grupo activista, religión ni nada por el estilo.
No suelo mencionar que soy vegetariano. Las reacciones que esto ocasiona son muy diversas, pero las principales son dos: la gente se asombra y preguntan cómo lo logro, pero por otro lado hay quienes se siente amenzados y empiezan a atacar diciendo que estoy mal por matar plantas.
La respuesta que doy a la primer reacción siempre es la misma: “simplemente no como carne, ya estoy acostumbrado”. Pero en realidad no siempre fue fácil. Antes de que dejara de comer carne definitivamente, tuve dos intentos fallidos. En las dos ocasiones volví a comer carne por la misma razón. Todos los viernes saliendo de la escuela íbamos a comer Laura de los Reyes, Carmen Lucía Contreras, Toño Perez Lee y yo. Claro, mis amigos siempre han sido un apoyo para mí y su forma de serlo era poniéndome retos, llevándome a comer al Ok Maguey o algún otro lugar que vende únicamente carne. De esta forma quedaba trunco mi vegetarianismo, con un tiempo record de 4 días únicamente. Pensándolo bien no eran un apoyo, simplemente eran unos ojetes, pero aun así se les quiere.
Una noche después de una tocada nos fuimos al after party a casa de Gilberto Zazueta Jones en Gómez Palacio. Con mi compadre siempre había un buen cotorreo. Al terminar la fiesta me pidió ride a la terminal de autobuses Sinaí Banda, psicólogo y baterista de Contrakaos. Una de las muchas cosas que platicamos en el camino fue el hecho de que había intentado ser vegetariano pero sin éxito, su respuesta fue muy sencilla: “No eres vegetariano porque simplemente no quieres serlo”. No busqué discutir su comentario, solo me quedé meditando al respecto.
Pocos días después tuvimos una carne asada para celebrar que empezaban las vacaciones. En ese momento decidí dejar de comer carne, sabiendo que ese día sería el inicio de un fin de semana largo, con carnes asadas todos los días. Mi meta era durar mínimo un mes. Pasó el mes y sin ponerme una nueva meta específica, el objetivo fue ver cuánto podía durar.
Diez años han pasado y no ha sido tan difícil como muchos piensan. Los primeros meses sí me costó un poco adaptarme, pero después de eso, no he tenido gran problema. A pesar de vivir en el norte de México, prácticamente todos los establecimientos tienen alguna opción vegetariana en su menú.
Los primeros años me molestaba cuando empezaban a cuestionarme sobre el porqué soy vegetariano. Hoy simplemente me limito a contestar las dudas, incluso en ocasiones me anticipo a las preguntas que me harán y comento la pregunta más original que me han hecho: “¿Te comerías una planta carnívora?”. Sé que Luis Esparza lo preguntó solo por molestar, pero fue buena pregunta.
En ocasiones me preguntan si volveré a comer carne. La respuesta siempre es la misma "no tengo planes de volver a comer carne, pero no sé qué pasará en el futuro".