domingo, 10 de agosto de 2008

Lo que no fue no será

Después de pensarlo un rato me di cuenta de que no soy para ti. ¿El problema seré yo? Es la tercera vez que me pasa esto. Me siento así por alguien, creo ser correspondido, pero nada, simplemente a la hora de la hora encuentro una barrera de hielo entre los dos.

La primera vez que me ocurrió esto fue porque nos tuvimos que alejar, no nos quedó opción, siempre quise intentarlo, pero no fue tan fácil, ya cuando se pudo haber dado simplemente era muy tarde, ya no era lo mismo. La segunda vez yo me alejé, hubo una respuesta fría durante un momento, pero en realidad el principal problema fue que me alejé, en ese momento pasaba por una etapa de mi vida en la que tenía otras prioridades, en realidad fue una decisión de lo más tonta, pues esas prioridades no llevaron a nada bueno ni malo, me dejaron estancado, por lo tanto un año de mi vida casi perdido.

En esta tercera ocasión fue un poco diferente. Hace ya casi un año que la conocí. Desde el principio se impuso esa barrera de hielo, la cual me quedó muy clara por lo que me di cuenta que solo seríamos amigos. Pero ¿qué se suponía que hiciera cuando me di cuenta que ella decidió eliminar dicha barrera? Ahora ella me buscaba. ¿Qué debía hacer? Claro que no dejé ir la oportunidad. Intenté formalizar lo que teníamos, y ella se limitó a contestarme que había alguien más. ¿¿¿¿Cómo que había alguien???? ¿A qué jugaba? Comentó que eso era historia, que ya habían terminado y solo estaban en una etapa de despedida. No me agradó mucho la idea, pero decidí intentarlo. Después de dos días de situación incómoda me dijo que le acababan de avisar que tenía que salir de viaje. Yo me había quedado en la ciudad solo por ella, y ahora que se iba decidí irme a mi pueblo, para que después ella misma me dijera que no se fue de viaje, según comentó, la dejó el avión y decidió decirme varios días después. Yo me quedé en mi pueblo, ella salió de viaje (ahora sí). Seguimos en contacto por msn, celular, teléfono, etc. Todo pintaba bien. Regresé a la ciudad y ese mismo día en la noche pasé por ella al aeropuerto. Le llevé una flor, la cual al parecer sí le gustó mucho. Ella me trajo un recuerdo de su viaje por el sur el del país. Todo parecía ir simplemente de maravilla, pero unos días después regresó esa barrera de hielo. Al parecer todo regresará a como era antes con una pequeña diferencia, yo no estaré ahí. Antes había decidido que podíamos ser amigos, pero después de lo que tuvimos en el verano, creo que no puedo regresar a eso.